La pandemia puso en agenda la importancia de la calidad del aire interior (CAI) para la prevención de enfermedades. Si bien antes de ella, había consenso en que la CAI influía en ciertas afecciones que sufren los trabajadores, el impacto del COVID 19 volvió masiva las acciones de prevención.
La práctica ha llegado para quedarse, menciona Federico Ferreira, Supervisor de servicios Health&Safety en SGS Latinoamérica.
La exposición laboral a algunas sustancias generadas o liberadas en los procesos de trabajo producen determinados efectos nocivos sobre la salud cuando la concentración de estas supera ciertos límites saludables.
En especial, cabe citar afecciones respiratorias y las alergias. El material particulado como el metal fino, el humo y el polvo pueden alojarse en las áreas más profundas y sensibles del pulmón y agravar muchas enfermedades respiratorias. En tal sentido, la OMS indica que la contaminación del aire laboral causa enfermedades no transmisibles, pudiendo incidir directamente en accidentes cerebrovasculares (ACV), cardiopatía isquémica, neumopatía obstructiva crónica y cáncer de pulmón.
El cuidado de la salud y del bienestar de los trabajadores no solo es el deber de los empleadores sino que influye en una mayor productividad. Pero, además, la tecnología hoy disponible para el monitoreo de la CAI permite a las empresas obtener información valiosa que, bien utilizada, podría ayudarles a lograr eficiencias de costos.
Factores que influyen en la CAI
En la CAI influyen varios tipos de factores, algunos de ellos pueden ser contaminantes químicos o biológicos, pero también inciden en ella la temperatura, la humedad, la velocidad del aire, el ruido, el calor radiante o la iluminación, entre otros.
En el mundo de la Seguridad y Salud Ocupacional se reciben a diario quejas vinculadas a la CAI, desde olores, calor, frío o ruidos molestos, pero no siempre es fácil llegar a determinar la verdadera causa de las quejas sobre las condiciones ambientales. La dificultad principal radica, en algunos casos, en que no hay una causa común, sino que la mala calidad del ambiente interior puede deberse a una conjunción de varios factores.
Para que los factores se mantengan dentro de los niveles recomendables existen los sistemas de ventilación. La medición de los diversos agentes que inciden en la CAI permite evaluar el desempeño de los sistemas de ventilación y establecer medidas para mejorar su eficacia. Por ejemplo, si es que la presencia de estos agentes es mayor a lo recomendado, corresponde incrementar la potencia de los sistemas de ventilación, pues de lo contrario no se estará cumpliendo el objetivo de ventilar e higienizar el ambiente laboral.
Sin embargo, si es que los niveles de los agentes son menores a los recomendables, se puede estar exigiendo innecesariamente el sistema de ventilación, reduciendo su tiempo de vida útil y aumentando el consumo de energía.
¿Cómo se mide la CAI?
La forma tradicional consiste en que un inspector tome la muestra y la analice en el laboratorio. No obstante, esta práctica tiene la limitación de que solo obtiene información de un momento específico. Ahora existen dispositivos tecnológicos que se instalan en el espacio objeto de análisis y permiten obtener en tiempo real información de la presencia de cada uno de los factores citados anteriormente. Es una especie de muestra permanente, que se puede aplica a cualquier espacio, desde oficinas hasta hospitales y aeropuertos.
Estos dispositivos, que además tienen autonomía y no requieren de conexión wi-fi, pueden medir diversos agentes: material particulado, co2, humedad, velocidad del aire, temperatura, ruido, iluminación, presencia de fibras, ruido, agentes biológicos o químicos, entre otras.
En el caso de SGS, para América Latina contamos con una plataforma que es capaz de generar reportes en tiempo real a partir de la información recabada en dichos dispositivos. Pero el principal diferencial de nuestra firma es contar con la asesoría de expertos en la materia a nivel mundial, que interpretan la data y establecen un informe mensual con recomendaciones a seguir, el cual complementan las tareas de mantenimiento de los equipos locales.
Como conclusión, podemos afirmar que la tecnologí a y sobre todo la interpretación de los profesionales son hoy fundamentales para lograr una CAI óptima, y que esta última ya no solo es relevante para cuidar la salud de los trabajadores, sino también para incrementar la productividad y reducir costos.
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