La norma ISO 32210 proporciona a todas las organizaciones del sector financiero, incluidos los prestamistas e inversores directos, los gestores de activos y los proveedores de servicios, un marco y una guía para abordar lo que es importante desde el punto de vista de la organización y tus partes interesadas. Incluye orientación sobre cómo se pueden integrar los principios clave de finanzas sostenibles a nivel organizativo, en las operaciones y en la estrategia empresarial principal.
La norma mundial proporciona terminología y principios comunes que las organizaciones del sector financiero pueden utilizar para ser más sostenibles y alinearse con iniciativas internacionales, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París.
Más allá de las instituciones e intermediarios financieros, la norma ISO 32210 puede ser utilizada por otras empresas del sector financiero. Estos incluyen proveedores o destinatarios de financiación sostenible, organizaciones gubernamentales, instituciones del sector público y privado, entidades comerciales, asociaciones industriales, reguladores de los mercados financieros y organismos de supervisión y control.
La norma ISO 32210 te permite:
Comprender, implementar y beneficiarse de la norma ISO 32210 puede ser complicado. Como líder en sostenibilidad durante más de 30 años y empresa líder mundial en ensayos, inspección y certificación, podemos ayudarte en el camino hacia la certificación con una auditoría ISO 32210. Determinaremos tu nivel de competencia medioambiental y te asesoraremos sobre cómo lograr una mejora continua.
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Los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) guían cada vez más las decisiones de inversión. Los inversores ya no se enfrentan a la elección entre ganancias y protección del planeta.
Las finanzas sostenibles dan prioridad a las organizaciones sostenibles que ayudan al medio ambiente y se centran en la inclusión y las prácticas empresariales éticas.
La inversión sostenible abarca muchas actividades, desde la financiación de iniciativas de energía verde hasta la inversión en empresas con fuertes valores sociales, como la inclusión, el buen gobierno o la inclusión de más mujeres en el nivel de la junta directiva.
Según la UE y otras entidades, la financiación sostenible es vital para la transición mundial a cero emisiones netas porque canaliza el dinero privado en proyectos neutros en carbono. Por ejemplo, el Plan Europeo de Inversión en el Pacto Verde (EGDIP), también conocido como Plan de Inversión en Europa Sostenible (SEIP), tiene como objetivo recaudar al menos 1000 millones de euros para ayudar a la misión de la UE de alcanzar cero emisiones netas para 2050.
Los mercados de préstamos y bonos sostenibles están aumentando, por lo que también deben tenerse en cuenta.
La concesión de préstamos sostenibles, al igual que la inversión sostenible, considera que las consideraciones ESG desempeñan una función fundamental en las decisiones de crédito. Un préstamo vinculado a la sostenibilidad suele centrarse en ofrecer al prestatario incentivos para cumplir los objetivos de rendimiento ESG.
En la emisión de bonos, ciertos organismos recaudan fondos prestando a sus inversores. Los bonos verdes son valores de deuda diseñados para financiar proyectos respetuosos con el medio ambiente, etc.
Las empresas están utilizando iniciativas de sostenibilidad/verdes para unir las estrategias corporativas y de sostenibilidad. Esto está dando lugar a más debates sobre sostenibilidad/ecología a nivel de junta directiva.
La International Financial Reporting Standards Foundation (IFRS) creó el International Sustainability Standards Board (ISSB) para implementar normas sobre la validación de los reclamos de sostenibilidad. Estos están reduciendo los impactos de muchos problemas, incluido el lavado ecológico.
Además de las obvias ventajas relacionadas con los factores ESG, existen cada vez más pruebas de que las organizaciones sostenibles ofrecen mayores rentabilidades a los inversores.
Un estudio realizado para el gestor de activos Fidelity realizó un seguimiento de la rentabilidad de una serie de inversiones ESG en todo el mundo entre 1970 y 2014. Descubrió que la mitad obtuvo una rentabilidad superior a la del mercado, mientras que solo el 11 % tuvo una rentabilidad negativa.
La mayor empresa de gestión de activos del mundo, BlackRock, descubrió que, durante el pico de la COVID-19 en 2020, más de 8 de cada 10 fondos de inversión sostenibles obtuvieron un mejor rendimiento que las carteras de renta variable que no se basaban en criterios ESG.
Las organizaciones con calificaciones ESG altas tienden a disfrutar de mayores aumentos del precio de las acciones. Esto es importante porque las instituciones financieras, como los fondos de pensiones, realizan la mayor parte de las inversiones bursátiles.
Los consumidores tienen entre cuatro y seis veces más probabilidades de comprar de una marca con un propósito corporativo con el que prestan asistencia. Pero si una organización hace algo con lo que no está de acuerdo, el 75 % reclama que dejará de comprar a esa marca y animará a otros a hacer lo mismo.
Las industrias intensivas en carbono, como el carbón, el petróleo y el gas, también encuentran más difícil y caro recaudar capital, ya que los principales prestamistas rehúsan hacer negocios con ellas.
Por el contrario, según McKinsey, las organizaciones sostenibles tienen más probabilidades de:
Según Reuters, las organizaciones mundiales invirtieron 859.000 millones en inversiones sostenibles en 2021, incluidos 481.800 millones en bonos verdes que recaudaron dinero para iniciativas medioambientales específicas. El nivel de financiación sostenible está creciendo. Según Bloomberg, el valor total de las inversiones ESG podría superar los 53 billones en 2025, más de un tercio de todas las inversiones mundiales.
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